15 julio 2008

Once Mandamientos

Poemas que mantienen encendido el lado en el que habitan mis recuerdos; rincones que jamás he confundido, lo mismo que mis Once Mandamientos.

El primero, no tener ninguno… Ninguno que me mande demasiado adentro. Va segundo, que si llego adentro y no recuerdo el momento, vuelvo al primero corriendo y salto para el tercero… que me manda ser sincero entre verdades prohibidas, creyendo que en esta vida no sólo mandan los ceros. Y sincero surge el cuarto, el que manda la palabra, confiando que el que habla de escuchar nunca está harto.

Con el quinto, abnegación… siempre que mirar por otro me conceda la ocasión de conocerme a mí mismo sabiendo que no soy yo.

En el sexto, la tristeza… Para el siete, la razón… En el octavo, la euforia que me manda la visión de aquellos dos ojos negros que hacen bella mi pasión.

Nueve, pa’ mirar atrás: sacar pa’ fuera el olvido, y olvidarme de olvidar que todo lo que he vivido, vivido ha quedado ya.

El diez me manda palante, y en el Once, ya al final, me mando vivir sin prisas, y dejarme de mandar, pues mientras manda la vida, todo lo que queda atrás es una historia sentida, un ahora que aquí está y un mañana que, sin prisas, nunca acaba de llegar.

Publicado en Lepe Urbana, julio de 2008.

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