08 abril 2008

Paranoias de un paleto

La niña de Rajoy es mi hija. Nació fruto de un incesto, es decir, que la concebimos, mi Mariquilla y yo, en el interior (de ahí el prefijo in) de una canasta muy grande que íbamos a utilizar para coger "longuerones". Lo siento mucho, la vida es así, no la he inventado yo; como decía la canción de mi ídolo de la juventud: Camilo Sesto. Y como la vida es asín (adverbio masculino vulgar recogido por el diccionario de la R.A.E.) pues asín es, y la niña es mía.

Como coger "longuerones", al fin y al cabo, no dejaba para mucho más que para una telera y unos posos de achicoria, pues… ¿para qué perder el tiempo si "la jambre" era la misma? Y las hormonas de la juventud hicieron el resto. ¡Quién me iba a decir a mí que se iba a hacer famosa, con lo fea que es la "joía"! ¡Qué sorpresa nos llevamos cuando la nombró Rajoy! Le faltó decir su nombre: Juanita. ¡Eso sí que es un político cercano, no como el "chipichanga" de Zapatero!

Cuando dijo que tenía una familia, mi Mariquilla y yo nos miramos y preparamos la papeleta para las elecciones. Cuando habló de la vivienda sonreímos felices bajo el techo del pisito que nos ha regalado el alcalde por votarlo; menos mal que al fin pudimos salir de casa de mi suegra después de 50 años viviendo con ella, que no se lo deseo a nadie. Y ya cuando se refirió a unos padres con trabajo lloramos de emoción al acordarnos de los "longuerones" y del trabajo que nos cuesta sacarla para delante todos los días, porque pesa la "joía" cerca de dos quintales y no hay quien la saque de casa como no sea a empujones. En lo único que se equivocó nuestro próximo presidente fue en el lugar de nacimiento, que no supo concretarlo muy bien. La niña nació, nueve meses después de ser concebida, en la banda derecha del estero "la crú" mirando desde el puente de Nueva Umbría al Río Piedras. Y no vota, pero rueda de puta madre.

Publicado en Lepe Urbana, marzo de 2008.
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