23 enero 2006

En boca cerrada

En boca cerrada, por supuesto, no entran moscas. Se repetía Pablo mientras enfilaba, calle arriba, la puerta del estanco. Y es que a veces, y no sabía si muchas veces, la gente debía pensar mucho más lo que decía, sobre todo si era la espontaneidad la que traía de la mano las palabras; pero últimamente solía escuchar ese refrán de manos de personas que se parapetaban bajo el sabio consejo para justificar su mutismo, sobre cuestiones de la vida en general, y de la política en particular. En ese caso, el proclamarse apolítico y neutral entre ciertos trabajadores del ayuntamiento de aquel pueblo en el que vivía Pablo, parecía estar de moda, sobre todo, pensaba, si entre los réditos de esa postura estaban los de vivir de forma cómoda, y alternativamente, bajo la sombra de quien gobernase. Esa postura gongoriana de “ándeme yo caliente y ríase la gente” siempre se había llamado de otra forma.

Aunque no sólo esos trabajadores del ayuntamiento, con los que se codeaba Pablo, eran los únicos que parecían sufrir esa especie de amnesia ideológica, sino que cada vez eran más las personas que preferían ocultar su lado zurdo y pregonarse apolítico y neutral, pasando a engrosar las filas de la “tierra de nadie”. Algunos, reconocía Pedro, lo hacían por miedo al rechazo del lado diestro y “bueno” de la vida, ahora en el gobierno de aquel solitario pueblo.

No sabía qué estaba pasando, incluso ignoraba si siempre había sido así y antes eran los del otro bando los que saltaban la frontera hacia la neutralidad política pero… no podía vivir en el pasado, y éste era su presente. Al final, iba a resultar que los que se proclamaban de izquierdas en aquel pueblecito, trabajando o sin trabajar en la casa de todos, iban a ser cuatro necios.


Aunque Pablo, a punto de comprar su paquete de tabaco habitual, prefería seguir siendo el único tonto de izquierdas de su ciudad, a su cuenta y riesgo, a ser neutral, si eso forzosamente, y visto lo visto, conllevaba el tener que tener la boca cerrada, y algún que otro esfínter abierto.



(Publicado en diciembre de 2005)



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